Son solo seis capítulos de 45 minutos cada uno. Pero Alias Grace es de tal intensidad dramática -amén de ambigua, fascinante y compleja-, con una protagonista de aspecto angelical, a la vez que contradictoria y enigmática,que ya el primer episodio deja sin aliento al espectador.
Si El Cuento de la Criada (Handmaid’s Tale) revolucionó este año el mundo de las series de TV y arrasó en los Emmy, Alias Grace ya comienza a erigirse en el “must” de lo que queda de la temporada.
Ambas están basadas en dos estremecedoras novelas de la prestigiosa escritora canadiense Margaret Atwood.
La primera (que llegará a Chile el próximo año) es una distopía feminista escalofriante.
Alias Grace es más sombría aún; por instantes, de una crueldad casi insoportable, aunque no es en escenas chocantes en lo que se detiene. De hecho, hay mucho diálogo, muy agudo por lo demás. Y es que la guionista Sarah Polley se propuso respetar la novela lo más posible.
Esa mezcla de sobriedad y crudeza -muy del estilo Atwood- puede explicar el impacto que genera. Pero más probablemente tenga que ver con que está basada en un hecho real: la historia de Grace Marks (Sarah Gadon), una joven inmigrante irlandesa que tras llegar a junto a su familia a Canadá es enviada por su padre a Toronto para trabajar como empleada doméstica. Tenía 12 años.
A los 16, en 1843, fue encarcelada, acusada de cometer dos sangrientos y terribles asesinatos (el ama de llaves de la casa donde trabajaba, y su patrón, Thomas Kinnear).
Grace fue encerrada en manicomios -que más bien parecían centros de tortura- y luego en la cárcel de Kingston, condenada a cadena perpetua.
Más de una década después de ocurridos los hechos,aparece en Kingston el Dr. Simon Jordan (personaje ficticio), quien, por encargo de un grupo de fieles de la Iglesia Metodista, intenta averiguar el pasado de Grace, y sobre todo qué es lo que realmente ocurrió. Ellos no pueden creer que esta chica linda y dulce haya cometido esos crímenes atroces. (El director David Cronemberg interpreta al Reverendo Verringer).
A través de estas conversaciones -y de las reflexiones en off de la protagonista- vamos conociendo las durísimas y tristes experiencias de Grace. Pero el suyo es un relato sin lágrimas ni aspavientos: ella responde las preguntas de Jordan con una serenidad y agudeza asombrosas. Con aplomo y un rostro diáfano. Flashbacks y racontos van desgranando un thriller que roza el terror gótico.
Hay mucho de contradicción en lo que Grace piensa, dice y hace. He aquí lo desconcertante y lo que hace hipnótica a la serie.
A medida que pasan los capítulos se va descorriendo el velo que cubre la historia de Grace, pero nunca del todo.
Hay una verdad oficial y ella lo sabe. Tiene conciencia de eso, aunque tampoco se esfuerza por instalar la suya.
La chica -y este es un punto intrigante- dice que no recuerda el crimen, aunque los hechos que conocemos parecen concluyentes e irrefutables. Porque la memoria es así: depende de qué recordamos y cómo lo recordamos.
Nunca sabemos muy bien qué es lo que realmente ocurrió.
Alias Grace no es una novela policial, en que esperamos que se nos aclare quién es el asesino y cómo ha ocurrido un crimen, sino que apunta hacia los laberintos del alma de esta joven dañada y maltratada, de vida miserable. Algo que sus modos y aspectos contradicen permanentemente.
Aunque no todos son recuerdos horribles: ha habido momentos luminosos en la vida de Grace.
Este es un relato que indaga en el subconsciente de una chica que ha crecido en un medio hostil, en la barbarie de una sociedad en construcción.
Una historia sorprendente, áspera y hasta amarga, sin concesiones. Pero seductora, en el sentido más exacto de la palabra. Estremece y deja al espectador con la cabeza revuelta porque es más lo que interroga y cuestiona que lo que responde.
Muy buena.
LA HISTORIA
Para escribir su novela, Margaret Atwood se basó en los documentos públicos del juicio de Grace Marks, además de cartas y recortes de diarios de la época. A ello le agregó el personaje de Simon Jordan, un alienista (nombre que se le daba a los psicólogos en la época).
El caso llamó la atención de Atwood cuando en su época universitaria leyó el libro“Life in the Clearing vs The Bush”, una suerte de documento publicado por Susanna Moddie.
A partir de ello escribió una obra de teatro en 1974, la que fue adaptada por la TV canadiense. En 1994 publicaría la novela en la que se basa esta miniserie.
Alias Grace
Producción CBC de Canadá, 2017.
En Netflix.
6 capítulos de 45 min.
Dirigida por Mary Harron; guión de Sarah Polley.
Copyright Anajosefasilva.cl 2014