Alice Through the Looking Glass. Reparto: Mia Wasikowska, Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Anne Hathaway, Sacha Baron Cohen. Director: James Bobin Estados Unidos, 2016. Duración: 113 min. TE + 7. (Yo le pondría TE + 13). ENTRETENIDA, ENTRAÑABLE. ALGO SOBRECARGADA.
Una trepidante aventura en medio de una orgía de colores, escenarios y vestuarios extravagantes y mundos fantásticos, que se despliegan sin cesar ante los ojos de los espectadores —algunos cargados a lo gótico aunque finalmente amables—, es la que ofrece esta nueva vuelta de tuerca a la maravillosa obra escrita por Lewis Carroll y que en esta versión se llama Alicia a través del Espejo (aunque solo está inspirada en el libro homónimo de Carroll).
Ya Tim Burton había tomado esta señera obra literaria para construir —en su reconocible y singular estilo— su Alicia en el país de la las maravillas en 2010.
Ahora Burton pasó al equipo de producción y James Bobin asumió de director, con una historia que solo conserva los personajes —algunos— de la novela y agrega otros.
Alicia (Mia Wasikoska) es la certera capitana del barco que le ha legado su padre, pero cuando llega a tierra, su madre le confiesa que ha tenido que vender su participación en la sociedad al desagradable Hamish, el nuevo Lord Ascott, un “señorito” de alta sociedad y mucho dinero.
Decidida a revertir la situación, Alice se presenta —con un llamativo vestuario “chino”— al baile que Hamish ofrece en su mansión.
Desde allí, en una de las numerosas salas, Alicia cruza el espejo para volver a la Infratierra, donde se entera que su amigo, El Sombrerero Loco (Johnny Depp) está sumido en una profunda depresión, según le cuentan la reina blanca (Anne Hathaway), hermana de la iracunda reina de corazones (Helena Bonham Carter), la liebre, el conejo, todos frente a la mesa del té.
La única manera de resolver los problemas de su amigo es ir al castillo de El Tiempo (Sacha Baron Cohen) y robarle la “cronósfera”, viajar al pasado y arreglar el entuerto.
“No es imposible; es no posible”, escucha Alicia.
¡Son muchas las historias que tiene que enmendar!
Pero la solución termina siendo mucho más grave que los problemas que pretendía arreglar.
Es que con el tiempo no se juega y lo que ya hicimos no hay cómo borrarlo (aunque sí hay esperanza de remediarlo…).
Lo mejor de la película es esta Alicia, una heroína juvenil grandiosa, una protagonista femenina casi a la altura de Scarlett O`Hara, temeraria, decidida, valiente, pero cargada de afecto, inocencia y con más sentido ético, claro.
Y son bien pocas las veces en que una niña —¡también una mujer!— puede ver en pantalla la representación de una heroína con la cual sentirse orgullosamente identificada. (El caso de Valiente es uno de los pocos).
Detrás de tanto enredo y aventura, al final de cuentas la película es una historia sobre los afectos, las relaciones de amistad, las de familia —padre/madre-hij@s, hermanas—, cómo vivimos y nos afectan las pérdidas, cómo nos equivocamos y herimos a nuestros seres más cercanos y queridos; aquella frase que uno nunca debió haber pronunciado porque si hubiésemos sabido el dolor que infringimos a quiene amamos jamás la habríamos dicho.
OJO: No lleve niños chicos. Hay mucha historia en paralelo dando vuelta y algunos mundos intimidantes.
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