» Allende, mi abuelo Allende», dirigido por Marcia Tambutti y producido por Paola Castillo se adjudicó el premio L’Oeil d’or (El Ojo de Oro) para el mejor documental exhibido en las distintas instancias de la 68ª versión del Festival de Cannes. Es la primera vez que se entrega el galardón, instaurado debido a la creciente presencia que ha adquirido este género en las salas y festivales franceses, sumado al interés en el público en general y en los críticos especializados.
El Jurado de L’Oeil d’or, presidido por el director de cine franco-camboyano Rithy Panh, estuvo integrado por la actriz francesa Irène Jacob (La doble vida de Verónica), el director francés Nicolas Philibert (Ser y tener), el crítico estadounidense de la revista Variety Scott Foundas y la productora siria Diana El Jeiroudi (Regresar a Homs). En total compitieron 14 realizaciones provenientes de distintos países y que se exhibieron en distintas categorías o selecciones de Cannes 2015, otorgándose también un aporte de 5.000 euros al registro ganador.
El documental chileno en el mundo y en Cannes
Escogido como el mejor documental de Cannes 2015, «Allende mi abuelo Allende», de acuerdo a su directora Marcia Tambutti, quien tenía solo dos años al momento del Golpe de Estado de 1973. Bióloga de profesión, de nacionalidad chileno-mexicana y nieta del ex Presidente Salvador Allende, la directora intenta contar “la historia del hombre; no del mito” que pesa sobre él. Es así como junto a la productora y realizadora Paola Castillo asumen la tarea de construir el guión, que demoró más de ocho años en poder llegar a materializarse en la película exhibida en la Quincena de Realizadores del certamen galo (espacio no competitivo).
En Francia la circulación en salas del género documental ha crecido constantemente en los últimos diez años, consolidándose el 2014 con un total de 100 trabajos exhibidos en cines (72 de ellos de origen local), congregando a más de dos millones de espectadores.
Para ChileDoc, organización que reúne a los documentalistas locales, la sola participación del film en Cannes 2015 es un hito para el documental chileno contemporáneo. En toda la historia de este espacio del certamen -creado en 1968- tan solo una docena de ficciones chilenas han sido seleccionadas y sólo cuatro del género documental. Ellos son Venceremos (1971), de Pedro Chaskel; La batalla de Chile, La lucha de un pueblo sin armas (1975) y Golpe de estado (1976), de Patricio Guzmán; y La rosa de los vientos (1983), co producción de Cuba, España y Venezuela, también del director nacional.
Hace cinco años Patricio Guzmán había participado también en la Selección Oficial Festival de Cannes, con su documental Nostalgia de la luz, que ganó la Mención especial del jurado – Premio François Chalais, Cannes 2010. Y en febrero pasado con El botón de nácar obtuvo el doble premio del Oso de Plata y el premio del Jurado Ecuménico del Festival de Berlín 2015.
También en marzo de este año la nueva película de Maite Alberdi, La Once, ganó el Premio al Mejor Documental Iberoamericano en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y en el Festival Internacional de Cine de Miami obtuvo el premio del público.
Respecto del L’Oeil d’or ganado en Cannes, Paola Castillo, productora del film de Marcia Tambutti dijo que «es increíble poder llegar a una instancia tan importante, y ganar además como mejor documental. Es algo que para todo el equipo es un reconocimiento a un esfuerzo colectivo y aún trabajo de muchos años. ¡Estamos felices y emocionados! Este nos va permitir proyectar y compartir la película con mucha más gente de lo que imaginamos”.
Y están doblemente contentos –explicó- porque “es primera vez en su historia que Cannes da un premio a mejor documental, y eso también es un reconocimiento a la potencia del género documental, y específicamente al chileno como al latinoamericano, por su lenguaje, su honestidad y forma que tiene de retratar los temas y aportar nuevas miradas”.
Este año ha sido particularmente único para el documental chileno. Este premio más el que obtuvo Patricio Guzmán en Berlín y los múltiples galardones de La Once de Maite Alberdi, por mencionar algunos –recalcó la documentalista chilena-, “hablan de la fuerza y lo potente de hacer películas a través de la realidad. Y es un reconocimiento, sin duda, muy importante también para un género desafiante que va creciendo con mayor fuerza en nuestro país. Estamos viviendo un año histórico para el documental chileno, y de alguna manera es el reflejo de una comunidad que crece con fuerza, y que cada vez hace mejores obras”.
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