AMOUR: IMPRESCINDIBLE

Si Ud. es de los que está siempre escudriñando la cartelera de El Biógrafo, si se declara cinéfilo, amante del buen cine y pregunta con ansias cuándo llega algo que no sea de Hollywood, anote ya en su agenda: Ver Amour.

Michael Haneke (La cinta blanca, La profesora de piano) acaba de hacer arrodillarse a la mismísima industria del cine con este filme, ganando el Oscar a la Mejor Película Extranjera (y arrebatándoselo de paso a la chilena No).

El cineasta austríaco pone el dedo en la llaga en un tema realista a más no poder, cercano y, por eso mismo, profundamente inquietante: qué pasa cuando en medio del amor se instala el deterioro.

Anne (Emmanuelle Riva, Hiroshima mon amour) y Georges (Jean-Louis Trintignant, notable), dos músicos jubilados parisinos, de muy buen pasar económico, viven el ocaso de sus vidas en medio de una bella y sólida relación amorosa, de larga data. De pronto ella sufre un accidente vascular que la deja hemipléjica. Su condición comienza a empeorar y aunque ellos disponen de los recursos para contratar personal auxiliar, el día a día se hace tremendamente duro de sobrellevar para ambos.