BABY, EL APRENDIZ DEL CRIMEN (BABY DRIVER)

Del director inglés Edgar Wright (considerado maestro comedia de acción), Baby, el aprendiz del crimen (Baby Driver), es una película singular y diferente, pese a que utiliza recursos y géneros muy socorridos.
Mezcla de thriller, policial (es bien sangrienta), drama íntimo, abunda en persecuciones y carreras en auto. Pero también se introduce en las relaciones donde se mezclan traiciones, lealtades férreas, ternura, humor. Todo esto rítmicamente organizado.
Porque es, de una manera insospechada, una película esencialmente musical (no porque los diálogos sean cantados): es que todo está determinado por el iPod que usa el protagonista, Baby, y las canciones que elige. El no hace nada en la vida sin eso.
Los movimientos están magníficamente coreografriados: de los autos, las persecuciones, del protagonista cuando camina y prácticamente baila, cuando huye, en auto o corriendo por la ciudad.
Wright nos regala con unos soberbios planos secuencia y las mejores persecuciones de auto que se hayan visto (de las miles que se hayan filmado).
La primera secuencia es electrizante: Baby (Ansel Elgort , Bajo la misma estrella (VER COMENTARIO) -así se hace llamar durante toda la película el protagonista-, anteojos oscuros, auriculares puestos, con su iPod: cuando pone la canción elegida da el vamos para que bajen del auto hacia el banco los asaltantes que ha llevado hasta allí.
Es un nene sí, pero tiene cicatrices en la cara. El es chofer de una banda que va asaltar un banco.
El jefe es Doc, Kevin Spacey , que maneja una verdadera industria de los asaltos.
Por flashbacks y racontos, sabemos del triste pasado de Baby. Hoy él vive con un anciano sordomudo e inválido (CJ Jones) -se entienden por señas- que se cuidan mutuamente. Hay afecto ahí.
En el elenco estánJamie Foxx como uno de los asaltantes, Jon Hamm (Mad Men) y Lily James, como Deborah.
La banda sonora contiene 43 canciones, muy reconocibles, y que se mencionan, se conversa sobre ellas.
Baby, el aprendiz del crimen es alucinante. De montaje trepidante como requiere una película de acción pero marcado por el ritmo de la música.
Muy imaginativa, algo caótica, pero siempre seductora. Muy original.