Mezcla de reportaje vivencial, auto-reality y documental con la técnica de la observación participante, Chelsea Does es una de las más originales “series” que ha estrenado Netflix. Con desparpajo, humor, encanto y sin el menor sentido de la intimidad Chelsea Handler se aboca en cuatro filmes -que eso son- a indagar sobre variadas temáticas, la primera, el matrimonio y el amor romántico, en Chelsea Does: Marriage.
Protagonista y partícipe de su propia investigación, la divertida y movediza Chelsea conversa distendida y alegremente con amigos sentados a una mesa, con niños pequeños en una sala, con chicas pre adolescentes, con su padre y hermanos, sus ex, parejas mayores y hasta graba su propia sesión con su analista.
También visita las más delirantes empresas relacionadas con organización de bodas y objetos ad hoc (imperdible cierto ramillete), despedidas de soltera y la insuperable industria kitsch de Las Vegas con Elvis al medio.
Sin inhibiciones de ninguna índole, la provocativa Chelsea se expone a sí misma, mientras salta de un lado a otro, preguntando, reporteando, conociendo. Y la verdad sea dicha termina recogiendo una valiosa información que sus fuentes le entregan con total sinceridad porque es imposible resistirse a ese ciclón sonriente y asertivo que es ella.
“Chelsea Does” debutó en enero en el prestigioso Festival de Sundance.
Además del matrimonio, que aborda en este primer episodio o largometraje, con este mismo inusual método, pone el ojo en otros tres temas en Chelsea Does: Racism, Chelsea Does: Silicon Valley y Chelsea Does: Drugs.
Hay conversaciones duras y al hueso -en ese, su estilo único- sobre asuntos que no se hablan tan fácilmente. En un camino paralelo, además de entregar información sobre éstos, ella también va haciendo su propia introspección y descubriéndose a sí misma. Todo frente a cámara, por cierto.
Créame: esto no se parece a nada que usted haya visto.
En Netflix.
4 capítulos
Copyright Anajosefasilva.cl 2014