A WAR: LA OTRA GUERRA, DILEMA ÉTICO, NIVEL NÓRDICO

Basada en un hecho real, A War: la otra guerra transcurre en Afganistán, donde un pequeño destacamento del ejército danés, a cargo del comandante Claus Pedersen, tiene la misión de patrullar la zona, dominada por una guerrilla invisible y minas desperdigadas por el agreste paraje, custodiando a la vez a la población civil.
Un incidente, en el que la patrulla es atacada con fuego pesado, termina con Claus en una compleja situación.
Uno de los grandes antecedentes con que este filme llega a nuestras pantallas es haber integrado la lista de las cinco nominadas al Oscar a mejor película habla no inglesa este 2016.
El otro, que su director y guionista es Tobias Lindholm, coguionista de la excepcional La cacería (2012). En ella, Lucas (Mads Mikkelsen), un profesor de escuela falsamente acusado de abuso sexual, declarado inocente por la justicia, es, no obstante, condenado por la pequeña comunidad en la que vive.
En A War Lindholm vuelve sobre un delicado dilema ético, que, en este caso, perturba la conciencia de su protagonista, y sobre la a veces no tan clara línea divisoria entre inocencia y culpa.
El problema es que se toma una hora en llegar a plantear la situación; lo hace débilmente (era un muy interesante cuestionamiento) en una escena de guión muy elemental y luego se toma otra hora más para “resolverlo”, de manera bastante poco convincente.
Aunque en la primera hora logra una cierta tensión, la estructura es predecible y convencional, de principio a fin, en un juego de alternancia entre los escenarios en que se desenvuelve Claus y las dificultades de su joven esposa con sus pequeños hijos en su hogar en la ciudad.
Y aquí es donde uno se pregunta si en esa lista de 5 postulantes al Oscar a mejor filme habla no inglesa no tenían más méritos para estar la chilena El Club o la argentina El Clan por nombrar dos latinas a las que medios como “Indiewire” tenían en su “lista larga” de favoritas para ese apartado.
Porque arrebatarle ese Oscar a Hijo de Saúl era imposible. No solo porque la película húngara se había llevado todos los galardones previos posibles, sino porque es escalofriantemente perfecta (¡ojalá se estrene en Chile!), una joya cinematográfica, una clase maestra de cine.
De manera que para las otras 4 que competían -entre ellas, la extraordinaria Mustang y la original Theeb– ya el premio era estar en la lista.
Con A War Lindholm parecía tener en sus manos un inquietante tema, pero no logró plasmarlo con el dramatismo y fuerza que sí tienen, ¡como para regalar!, Mustang, El Club y El Clan.
IDEAL PARA: elevar nuestros estándares de autoexigencia ética.