La serie de la BBC es engañosa: Dr Foster -que en en realidad es Doctora Foster- se parte viendo como un melodrama, una muy buena telenovela sazonada con no poco suspenso.
A poco andar, y una vez que despliega y luego va encajando las muchas piezas de este gran puzzle, la serie se abre en su verdadera dimensión: un drama psicológico que se mueve hacia profundidades insospechadas, con una protagonista que se alza como uno de los personajes más interesantes y complejos que ha circulado por la pantalla últimamente.
Creada por Mike Bartlett, autor de la mundialmente exitosa obra de teatro Cock, fue un hit en la TV británica.
“No hay furia en el infierno como la de una mujer despreciada”.
La frase pertenece a una obra del siglo XVII, de William Congrove.
Con ella cierra el primer capítulo de Dr Foster.
Gemma, su marido Simon -a punto de celebrar sus 40 años- y su hijo Tom viven felices en un encantador pueblo de Inglaterra, a donde se han instalado luego que ella se titulara de médico en Londres.
La Dra Foster -una mujer de mediana edad, de cierta elegancia innata, delgada, de bonito pelo castaño corto- es una eficiente y respetada profesional. Dirige una pequeña clínica y es una vecina connotada.
Hasta que una mañana, antes de pasar a dejar al niño al colegio, recoge a la rápida una bufanda de Simon -que ha llegado la noche anterior de un viaje de trabajo- porque no encuentra la suya.
Un larga hebra de pelo rubio en la prenda desata lo que se viene: un alud incontenible de situaciones, emociones y hechos que cambiarán para siempre las vidas no solo de los protagonistas sino de muchos de quienes viven en el pueblo. Un volcán dormido que despierta primero con fumarolas…
Gemma Foster, a medida que avanza este largometraje por entregas, va pasando por distintos estadios (¡qué clase de actuación la que regala Suranne Jones!): de la mujer correcta, serena, firme, a veces razonablemente dura, a una contradictoria, reactiva, calculadora, descolocada, todo a la vez.
Es una mujer imperfecta ¡real!, cuyos actos, por la interesante manera en que está estructurada la narración, resultan impredecibles para el espectador.
Es la antiheroína por definición, una que por momentos roza la locura.
LA TRAICIÓN, LAS CONFIANZAS EN ENTREDICHO
¿Quién no ha conocido de cerca alguna historia de infidelidad, de traición, de confianzas puestas en entredicho? ¿O la ha vivido desde alguna de las dos (¿o tres?) veredas? (Supongamos que no todo el mundo).
Pero la verdad es que no hay solo un par de veredas; ni hay una sola postura ni reacción frente a un hecho de esta naturaleza. Ni siquiera hay dos bandos. Ni es tan sencillo separar a las personas en víctimas y victimarios, en culpables e inocentes.
Como los escándalos políticos de los que hemos sido testigos asombrados, las verdades ocultas que aquí van apareciendo, así como las muy distintas maneras en que cada cual tiene de plantarse frente a esas muchas pequeñas situaciones que permanecían en las sombras, provocan tales remezones que nada queda igual.
La misma protagonista se descubre a sí misma, dolorosamente, desde la mirada de los demás -de gente que ella ama, personas cercanas- de una manera que no se hubiese imaginado.
Aquí la condición humana -con su abanico de envidias, pequeñeces, buenas intenciones, perspectivas enfrentadas, egoísmos, actos desesperados- se descubre en todos esos pliegues que habitualmente no vemos.
Así de complejo nos arroja su universo Dra Foster.
Por eso la serie interpela fuerte al espectador, cualquiera este sea.
Parte de la genialidad de Bartlett reside en cómo pone en escena, cruza y hace respirar a una larga lista de ricos personajes, cada cual con sus luces y sombras, en un drama que se articula como una intriga de suspenso que no suelta al espectador.
DATOS
Dr Foster le significó a su creador, autor y productor Mike Bartlett (35 años) ganar este año el National Televisión Award de Gran Bretaña.
Anteriormente, con The Town ya había sido nominado a los Bafta, mejor serie de TV.
En teatro, en 2010 recibió el Olivier Award gracias a Cock, la obra que lo hizo famoso mundialmente.
En Chile, Cock se estrenó en 2014 en el Mori Parque Arauco, con Tomás Vidiella, Héctor Morales, Felipe Braun y Daniela Ramírez en escena, dirigidos por Alvaro Viguera. (Producción Mori – The Cow Company).
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