“CREPÚSCULO LA SAGA: AMANECER PARTE I”

Cómo activar las pulsiones eróticas de una chica tween

“AMANECER: PARTE I” es la fantasía de toda preadolescente: la chica (18 añitos), Bella (Kristen Stewart) en este caso, prepara su matrimonio con su -hasta ahora- amor imposible (que en algún minuto se tornó del todo posible), Edward Cullen (Robert Pattinson).
El lugar de la ceremonia es un bosque idílico lleno de flores blancas colgando como enredaderas… Una isla en medio del océano en Brasil para la luna de miel…
En fin, todo lo que alguna vez uno ha visto en las bodas de producciones hollywoodenses elevado a la categoría de superlativo (aquí se nota gasto). Entremedio, algunos racontos con sangre como para recordar que estamos en una película de vampiros.
Todas estas escenas se toman su tiempo, antes de entrar en el conflicto que se viene, que es de proporciones: Bella, contra todo lo que dice la vampiro-ciencia, queda embarazada, lo que provoca entre licántropos (Jake, especialmente) y chupasangres lo mismo que el anuncio de que Irán tiene bombas nucleares listas y está pensando en atacar a Israel.
La saga de “Crepúsculo”, seguida con devoción por toda la población tween del mundo (y otras de edades inconfesables para estos efectos), no es mucho más que una cruza de Cenicienta y Corín Tellado, a la que se le agregaron ingredientes del género fantástico.
Conclusiones varias:
-La película es un exhaustivo y certero compendio de cómo activar las pulsiones eróticas de una chica tween.
-Si hay que optar entre un pololo licántropo o uno vampiro (siendo ambos guapos, bondadosos y aguerridos), es bueno saber que los primeros viven en una cabaña más bien modesta en el bosque, son representados por actores «latinos» y/o de rasgos indígenas, mientras que los segundos son del tipo caucásico (aunque la tintura de pelo sea terrible), viven en una mansión estilo Casa de la cascada de Lloyd Wright, de mucho ventanal, grandes escalinatas, regia chimenea, todo muy design.
-Sí, efectivamente esta es una historia que, con indulgencia, pudo ser contada en 40 minutos. Quizás así pudo ser más o menos entretenida.
(Ojo con la sangre en bombilla).

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