“CRYSTAL FAIRY Y EL CACTUS MÁGICO”

Dos gringos sueltos en el norte

La fiesta se oye animada al otro lado de la puerta que Jamie (Michael Cera, “Juno”) golpea para entrar. Apenas le abren paso, circula entre la gente que invade cada rincón, le ofrecen yerba, aspira coca, parte al baño, entra y sale de una pieza.

El hiperventilado Jamie, en todo caso, tiene un plan inalterable para el día siguiente: viajar al norte de Chile para encontrar el cactus San Pedro, del que puede extraer un alucinógeno (mescalina) del que él espera el cielo. Allí está el amigo que lo trasladará, el Champa (Juan Andrés Silva), y también una coterránea, una “gringa”de melena desbordante que baila sin ritmo ni gracia pero sí con mucho entusiasmo, Crystal Fairy (Gaby Hoffmann).
Así arranca, con toques de humor doméstico que se deslizan con naturalidad, “CRYSTAL FAIRY Y EL CACTUS MÁGIC”.
Atractiva, empapada de un humor sutil y auténticamente emotiva, delirante y simple; contundente pero nada pretenciosa, sus personajes estrafalarios nunca se hacen antipáticos. Michael Cera está excepcional como el neurótico e insistente Jamie, mientras que Gaby Hoffmann construye un ser humano tan extravagante como delicioso, impredecible, una chica dulce y frágil finalmente. El ensamblaje de estos actores profesionales con los tres debutantes (hermanos del director) es perfecto: son el contrapunto entre la realidad pedestre y las alucinaciones de sus compañeros de viaje.