El Consejo de Calificación Cinematográfica acordó plantarle un mayores de 14 a toda la saga de “Crepúsculo”, básicamente por su contenido violento.
Pero lo que en verdad ha hecho magnética a esta saga es su alta carga erótica preadolescente, una al nivel de las fantasías de cualquier tween (entendámonos: para un adulto, los besos entre Edward y Bella son menos hot que Lagos Weber bailando cueca).
Esto es un fenómeno cultural, sociológico y hasta antropológico. No se produce a cada rato que alguien dé con el punto exacto (no el G, por favor) en que ebulle una preadolescente en cualquier rincón del mundo.
Los protagonistas de “ECLIPSE”, Edward y Bella, están prácticamente comprometidos, pero Jake (el hombre-lobo) se niega a renunciar a ella aduciendo que él sabe (lo “huele”, dice, y no en metáfora) que la chica aún lo ama. Mientras, Victoria, la siniestra colorina-vampira, buscar vengarse de Ed, teniendo de blanco a Bella. Su plan comienza por “reclutar” -o “crear”- «recién nacidos», que están destrozando humanos en Seattle. Lo que termina produciendo una increíble alianza vampiros-lobos.
Si a uno le gusta la acción, puede ser hasta entretenida… Eso sí, hay que resistir la estética estilo “efebo” del departamento de maquillaje y peluquería.
Copyright Anajosefasilva.cl 2014