EL TRIÁNGULO DE LA TRISTEZA: SÁTIRA CRUEL

En El Triángulo de la Tristeza, tras la Semana de la moda, Carl y Yaya, joven pareja de modelos e “influencers”, son invitados a un yate en un crucero de lujo, donde viajan personas muy adineradas.

En su película más caótica y excesiva, el premiado Ruben Östlund maneja un barco tan a la deriva como el yate, comandado por un capitán al que le da mucho aburrimiento salir de su camarote para hacerse cargo de lo que le corresponde.

Finalmente, sin hacer el mínimo caso de una tormenta que pudo controlar, se dedica a beber como cosaco (nunca mejor dicho) con un multimillonario ruso.

Claro que zozobran. Pero van a dar a una playa con poco y nada de provisiones: porque nadie ha tomado precaución alguna y a nadie parece importarle nada.

Allí se desarman las estructuras de poder y se reorganizan de manera impensada. O más bien, quedan en evidencia las diferencias entre “la clase ociosa” y “la clase trabajadora”.

Muchas secuencias inolvidables, personajes extravagantes y remates del todo inesperados en una sátira cruel.

Esta es una película con muchos momentos muy originales y sorprendentes, solo que pareciera que el director se hubiese engolosinado con lo que filmó y, tal como su yate, perdió el norte (o se olvidó del montaje).

Es muy interesante y dará que hablar durante mucho tiempo, pero no es para todo público.

Nominada a tres Oscar: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guion Original. Palma de Oro en Cannes.

El Triángulo de la Tristeza (Triangle of Sadness)
Dirección y guion: Ruben Östlund.
Fotografía: Fredrik Wenzel.
Reparto: Harris Dickinson, Charlbi Dean, Zlatko Buric, Dolly De Leon, Woody Harrelson, Vicki Berlin, Henrik Dorsin.
Suecia, 2022.
Duración: 147 min.

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