Como un montaje «ágil (…) que no por ser ameno deja de contener -sin forzar sus recursos tan simples como eficaces- un comentario y reflexiones muy estimulantes acerca del estado de cosas en el Chile de hoy» describió el crítico de teatro de «El Mercurio», Pedro Labra, a la obra «En algún lugar del desierto de Atacama», que se exhibe en el Morí de Bellavista.
Y agregó: «O sea, ocio nutritivo y no enajenante, que ojalá hubiera por acá con mayor frecuencia».
El texto, escrito por Marco Antonio de la Parra y dirigido por Luis Ureta, pone en escena a Sebastián Plaza y José Tomás Guzmán encarnando a dos profesionales jóvenes, operadores políticos de un partido y/o personajes que nunca se nombran, huyendo de un escándalo financiero, legal y de tráfico de influencias que acaba de estallar por la prensa y las redes sociales. La moto se ha averiado «en algún lugar del desierto de Atacama» y ciertamente la batería de los celulares se está agotando.
Amigos desde niños, con una vida entera compartida en común, las verdades ocultas y los embrollos van apareciendo para sorpresa y risa del público.
«Así, la comedia liviana se tiñe con rasgos de urgente thriller para contar una historia en la cual resuenan muchos de los escándalos de corrupción, negocios sucios y dineros mal habidos cubiertos por la prensa este año. El diálogo dispara a diestra y siniestra, mientras estos jóvenes -que son buenos chicos hasta que no se sepa lo contrario- se preguntan en qué momento ellos, y el país entero, llegaron a esto: una situación crítica en que nada es lo que parece ser, y quien está a tu lado puede traicionarte sin el menor escrúpulo o al menos ser objeto de grave sospecha», añade el crítico.
«Refleja el ánimo de extrema desconfianza imperante en el Chile actual»
«Jocosa, entretenida, aguda, la narración adquiere en sus tramos finales un tono demasiado delirante con el fin de alcanzar un desenlace. No sin antes reflejar el ánimo de extrema desconfianza imperante en el Chile actual; la profunda inquietud ante las cambiantes reglas del juego, y la decepción radical sobre todo de los más jóvenes, respecto de las expectativas cifradas. Hay también una salida sugerida, que no es fácil, y que puede estar en restablecer las confianzas, determinar dónde poner las lealtades, con qué ser consecuente».
Sobre las actuaciones de Plaza y Guzmán, actores formados en la U Finis Terrae, Labra celebra que «el mejor soporte de la obra es su ejecución», definiéndola como «atractiva y aplomada».
«Ellos derrochan energía actoral y juegan los muchos giros de la trama sin dar un solo paso en falso. Es el mayor logro de la dirección de Luis Ureta, que consigue así calibrar el ritmo de la entrega».
Centro Mori Bellavista.
Constitución 183, Providencia. Sábado, a las 22:45, y domingo, a las 19:30 horas.
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Informaciones al 27775046.
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