“HULK”

A este hombre increíble, éxito televisivo de los 70, en esta versión celuloide lo conocemos de pequeñín. Su padre, un científico obsesionado con un proyecto financiado por el ejército, que implica alteraciones genéticas, decide inyectarle su experimento a su pequeño hijo Bruce. El Dr. Banner no obedece las órdenes de sus superiores de terminar con sus trabajos y hace ¡bum! con su laboratorio…. liberando los famosos rayos gama que conocíamos de la serie televisiva.
Ya adulto, Bruce (Eric Banna) es un científico que trabaja con la bella Dra. Ross (Jennifer Connelly) en experimentos igualmente peligrosos que el de su misteriosamente desaparecido padre. Pero él ha sido criado por otras personas, tiene otro apellido y una confusión gigantesca con respecto a su identidad. Hasta que entre sueños y la aparición de su verdadero progenitor (Nick Nolte) comienza a conocer su pesadillesca verdad.
Aunque sigue siendo buena persona aún en el cuerpo del furioso Hulk, los destrozos que el científico transmutado hace en la ciudad lo convierten para el ejército y la población en una especie de Godzilla. Sólo la Dra. Ross lo comprende…
La historia sigue lata y enredosamente. Y ni el director Ang Lee es capaz de salir del jardín en el que se ha metido. E incluso se permite un final listo para la segunda parte.