El martes el director Gustavo Graef Marino parte en El Arrayán el rodaje de Johnny Cien Pesos 2 con Armando Araiza nuevamente como protagonista. La secuela de Johnny Cien Pesos (1993), con el guión de Patricio Lynch, sitúa al protagonista 20 años después, recién salido de la cárcel.
Nunca más se la sacó.
Me lo dice el director Gustavo Graef Marino y me lo confirma el mismo Armando Araiza, sentados en el hotel Ismael, en el centro de Santiago, donde ofrecieron algunas entrevistas poco antes de comenzar el rodaje de Johnny Cien Pesos 2
El actor mexicano, que protagonizó una de las películas más relevantes y emblemática de nuestro cine post dictadura, desde 1993 lleva con él la moneda de cien pesos a la que alude el título.
Me la muestra: está sujeta a un cordón de cuero que pende de su cuello y es una de esas grandes, antiguas, de las que uno de pronto recibe en un vuelto, porque todavía circulan por ahí, y que se ven tan antiguas que no sabes si ir a un banco para que te la cambien, no vaya a ser que dejen de tener valor.
¿Por qué? le pregunto.
“Porque ha sido la película más importante para mí”, me responde sin titubear.
Me sorprendo. Araiza ha participado en más de 40 filmes a lo largo de su carrera (solo en 1993 estuvo en cinco), ademas de sus numerosas actuaciones en televisión en su país.
Es evidente que está entusiasmado con retomar este papel. “Chile es mi segunda casa”, asegura.
Del amplio y lucido elenco de 1993, él es único que está en la secuela de lo que fue la primera película de la transición, sobre la transición. La que rompió la desconfianza que en general tenía el público chileno hacia su cine: era una película que sonaba bien, se veía bien, era entretenida, divertida, dramática, era propia, reconocible. El amplio abanico de personajes daba cuenta con agudeza de la singularidad de los personajes que circulaban en el Chile de ese entonces, seres llenos de matices. Como evidencia aquella secuencia en que se enfrentan el juez (encarnado por el gran Luis Alarcón) y el alto funcionario del recién asumido gobierno democrático (Cristián Campos), a quien el primero mira con desconfianza. El juez le pide un lápiz para firmar lo que no tiene ganas, el representante del Gobierno saca de su chaqueta una fina Mont Blanc, detalle que no escapa al juez que, en un gesto de hombre resentido, la toma y escribe de tal modo que la rompe.
¿Johnny 100 Pesos 2 o Johnny 100 pesos, 20 años y un día después? Eran los nombres que alguna vez se barajaron.
“Bueno, a mí me gusta 20 años, pero está bien que se llame Johhny 100 Pesos 2 «, dice Graef Marino. “Así como Superman o Batman, aquí lo que importa es el nombre. Después le pones el apellido: el caballero de la noche, o Superman regresa… Pero el nombre es lo mágico”.
La secuela -que cuenta con el guión de Patricio Lynch- transcurre luego que Johnny ha cumplido 20 años en la cárcel, a causa del frustrado asalto a la casa de cambio con rehenes, que perpetrara con una banda. En el Penal ha aprendido un oficio y al quedar libre no quiere volver a delinquir. Al salir se encuentra con un Chile totalmente cambiado. Y también con la sorpresa de que tiene un hijo.
Araiza luce (casi) igual de joven. Graef Marino bromea y le sube un poco la polera para dejar expuestas “las calugas” y ver que el hombre se cuida.
Se ríen.
El lunes tenían planeado iniciar las filmaciones en El Arrayán, pero el temporal del fin de semana determinó que partieran el martes.
“¡Cómo! ¿Gustavo quiere hacerte la de González Iñárritu con Leo DiCaprio? ¡Vas a pasar mucho frío!”, le digo.
“¡Sí!”, me dice divertido Gustavo. “Que sufra un poco. Y va tener que meterse al agua”.
Araiza hace un gesto de “está bien” y se sonríe contento.
LUCIANA ECHEVERRÍA, JUAN PABLO BASTIDAS, VALENTINA VARGAS
En el elenco estarán también Luciana Echeverría, Valentina Vargas, Juan Pablo Bastidas, Francisca Gavilán (“Violeta”) y Lucas Bolvarán, quien encarna a Juan, el hijo que Johnny no sabía que había tenido con su joven polola de ese entonces (que encarnaba Paulina Urrutia).
Graef Marino quiere que sea una película que vea mucha gente. “Feliz si gano un festival pero lo que me interesa es que la vean en todas partes”.
“Es una película de género”, enfatiza. Y promete emociones, acción, drama, algo de humor -aunque sea negro-; es decir, todo aquello que hizo entrañable a Johnny 100 pesos.
El costo de la producción ascenderá a 1 millón y medio de dólares, monto que han ido reuniendo entre aportes privados, la adjudicación de un Fondart y de un Fondo Audiovisual.
Calculan que el rodaje podría prolongarse hasta septiembre y probablemente estrenen en enero, o al menos dentro del primer semestre de 2017.
“Yo no lo creía así, pero me dicen que es buena fecha”, me comenta Graef Marino.
Y claro que lo es. Ya se ha hecho una costumbre que -debido a que el Oscar se entrega a fines de febrero- la cartelera se muestre movida y atractiva en torno a esas fechas
Y él piensa que es una buena cosa que el cine chileno, a su vez, haya florecido como lo ha hecho estos años. “Es mucho mejor para nosotros. No es competencia. Al contrario. Porque la gente va a las salas de cines y ve que hay varias películas, que tiene opciones, son distintas, y están ahí para elegir”.
Es cierto. El cine chileno hace rato dejó de ser un género en sí mismo: el público sabe que, al igual que las de Hollywood o las de cualquier otro lado, las hay buenas, malas, excelentes, divertidas, dramáticas, valiosas u olvidables.
Johnny 100 pesos 2 llegará con una buena presentación: su nombre, como dice el director, y el buen recuerdo que nos dejó.
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