“JUNTOS…PERO NO TANTO”

El amor después del amor

En “JUNTOS…PERO NO TANTO”, Oren Little (Michael Douglas) y Leah (Diane Keaton) son dos viudos que han asumido de maneras muy distinta la muerte de sus cónyuges de toda la vida.
Oren es un egoísta categoría profesional, de muy buen pasar (un wasp de catálogo) y que comparte vecindad con Leah y otras familias, subarrendándoles un bonito lugar frente a la bahía, mientras intenta vender la casona familiar.
La única señal de que no ha superado realmente su pérdida es la insólita acumulación de objetos en su apartamento.
Leah, en cambio, es de las que se larga a llorar a la menor provocación, y sobre todo cuando está cantando en el pub donde la tienen contratada. Pero a sus 65 años es una mujer optimista y generosa, agradecida de la vida, que intenta superar su pena.
Ciertamente, Leah y Oren están lejos de ser siquiera una posible pareja.
Con quien Oren y su displicente carácter se entienden a la perfección es con su eterna secretaria de la oficina de corretaje de propiedades, Claire (Frances Sternhagen, de 84 años), una anciana “canchera” y habilidosa, que no para de prender un cigarro tras otro (¡lo mejor de la película!).
La aparición de un hijo de Oren, del que nadie tenía noticias, viene a romper la rutina no sólo del padre (quien no muestra el menor interés en él), sino de toda esta suerte de comunidad.
Tiene muy buenos momentos de guión, no poco humor y personajes graciosos y entrañables. Una película agradable, que se deja ver estupendamente bien.