Ok.
No quiero ser aguafiestas.
Menos si usted tiene planeado ir a ver La Era del Hielo: choque de mundos porque hay niño/as en vacaciones que hay que sacar a pasear.
Pero no puedo dejar de advertirle que, en mi opinión (solo en mi opinión), la quinta parte de lo que alguna vez fue una película animada divertida y simpática es un chicle estirado y ya masticado.
La historia tiene dos hilos argumentales de los que a su vez se derivan un par de “conflictos”: uno en el que Scrat persigue a su bellota, pero esta vez desde el espacio, y hace ingentes esfuerzos por evitar que, tras sus torpes maniobras (fuera y dentro de una nave), un gigantesco meteorito impacte nuestro planeta. El segundo se desarrolla en la Tierra, con Manny, Diego, Sid y el resto de los animales otra vez buscando un nuevo lugar para vivir tras advertir el peligro que se avecina.
Algo forzadamente, se introduce otro conflicto (muy artificial): los celos de Manny porque su pequeña hija tiene novio, Julián. Tras casarse la pareja planea alejarse del hogar paterno.
Las historias avanzan a tropezones, salpicadas de gags sin gracia y sí mucho grito.
Como una forma de bajarle el tono marcadamente amexicanado de la producción, para Chile se hizo el esfuerzo de introducir voces locales en el doblaje. No se reclutó a profesionales del oficio (que tienen toda la trayectoria de, por ejemplo, las telenovelas turcas), sino a “famosos”, figuras de la TV y los medios.
Fernando Godoy le da la voz a un personaje nuevo, Shangri Llama; Rodrigo Salinas a la comadreja Buck; Augusto Schuster a Roger, un dinosaurio volador (como un velociraptor), cuya familia persigue a nuestros protagonistas (otro “conflicto” agregado); Tonka Tomicic es Brooke, una sexy osa perezosa; el youtuber Germán Garmendia es el mamut Julián; y Martín Cárcamo, Teddy.
Crear una serie de personajes-animalitos encantadores, situarlos en la prehistoria, en un momento clave para el Planeta, fue una buena idea que se plasmó en una bien lograda y encantadora película. Hacer una segunda e incluso una tercera parte, bueno, puede ser que hubiese quedado por ahí alguna subtrama por explotar. Pero llegar a la 5 es un acto de voluntarismo comercial, motivado por el taquillazo que fue La Era del Hielo 4. Y se nota.
Como dice el Profesor Domingo Ortega, @domingo1973 (Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid) es muy difícil hacer una película sin un antagonista.
Y también sin (verdaderos) conflictos.
¡Vaya a verla igual!: quizás a Ud le parezca entretenida o simpática o linda o todas las anteriores.
En todo caso, solo dura 1 hora y media.
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