Cierto que suena fascinante-alucinante-delirante mezclar a los personajes fantásticos más emblemáticos surgidos de la literatura, el cómic y otras invenciones. Es lo que hace “LA LIGA EXTRAORDINARIA”. No deja de ser al menos increíble reunir en una ídem al legendario y ahora retirado servidor de Su Majestad Alain Quatermain (Sean Connery) con el Capitán Nemo; la mujer vampiro del Drácula de Stocker, Mina Harker (la estupenda Peta Wilson); el agente secreto estadounidense Sawyer; el hombre invisible, Rodney Skinner; Dorian Grey (sí, el de Wilde), y el Dr.Jekyll/Mr. Hyde, en pleno 1899, con el fin de evitar una guerra mundial (ya sabemos cómo les fue). Quien los recluta es el misterioso M, en un gran salón en Londres y luego en Berlín, para viajar rápidamente en un lujoso Nautilus a Venecia. Su misión es interponerse entre un malvado llamado Fantom y sus pérfidas intenciones.
Así como empieza la aventura se ve fascinante. Sobre todo porque no hay atisbos de ahorro en trajes, ambientaciones, etc. El guión se escucha bien… al comienzo. Con Sean Connery y todo, es una película inclasificable, en todo sentido. De hecho, está basada en un cómic, subgénero que evidentemente le viene mejor que el celuloide.
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