En la corte de Enrique VIII (Eric Bana), mientras Catalina de Aragón pierde a su hijo hombre, las bellas y jóvenes hermanas Bolena se alistan para el matrimonio de la menor, María (Scarlett Johansson). Ana (Natalie Portman) está feliz por ella. Pero la rivalidad entre ambas se desata cuando llegan el rey y su séquito a la casa de los Bolena…
Un tío paterno logra instalarlas en la corte, y muy pronto es María quien se gana los favores del rey. Ana, en tanto, es enviada a la corte de Francia a aprender modales y cursar algún seminario sobre seducción. Regresa convertida en una experta y desplaza a su hermana de la cama real.
Interesante este intento de “LA OTRA” de sacar del anonimato histórico a María Bolena. No fue esposa de Enrique VIII, como su hermana Ana, quien, además, fue la primera decapitada de las cónyuges del rey inglés que perdieron la cabeza (literalmente) por su soberano (la siguieron Jane Seymour y Catalina Howard). Pero esta Mary fue nada menos que la cuarta en el trío en que estaban Enrique, su hermana y la reina, Catalina de Aragón; además, le dio el único hijo hombre al rey.
El problema es que “La Otra” no puede sustraerse al foco luminoso que es Ana Bolena y los intentos del director convierten a ese personaje que se anuncia en el título, en alguien muy menor que, de hecho, más bien desaparece de los escenarios principales muy pronto.
El montaje parece haberse hecho pensando en que el gran público no se aburriera. Este encadenamiento rápido de secuencias subraya el espíritu telenovelero que exuda el filme, lleno de intrigas, traiciones, luchas de poder en la corte y en la cama.
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