Aunque no lo crean, Los Increíbles 2 es incluso mejor que su antecesora, que ya era una muy buena película de su género.
Graciosa hasta la carcajada, de humor inteligente y con cierto fondo de crítica my contemporánea, con mucha acción, por cierto, y lleno de personajes entrañables.
Aparte de los que ya conocíamos bien -como la inefable Edna Mode (la diseñadora)- Jack-Jack (el bebé de la familia) se roba la película.
La protagonista, eso sí, es Elastic Girl –Helen, la madre de la familia-, como corresponde a los tiempos.
Tal como ha ocurrido con otros súper héroes, algunos de carne y hueso, Los Increíbles ya no son bien mirados por quienes toman las decisiones y aunque le han salvado la vida a cientos de personas -incluso al alcalde y su edificio-, son declarados fuera de la ley.
O sea, no pueden ejercer.
Así es que Mr Increíble, su mujer, Elastic Girl, y sus hijos Violet, Dash y el bebé Jack-Jack vuelven a ser los Parr. Y los cuatro primeros, a guardar sus trajes y máscaras.
Su amigo Frozone –Lucius en la vida civil- los ayuda y ya que se acaba el programa de gobierno que los apoya, son trasladados a un motel con cajas y petacas durante dos semanas. En ese período Bob Parr -ex Mr Increíble- deberá encontrar algún trabajo para poder arrendar una casita.
Pero aparece un mega millonario -agradecido de los súper héroes- quien, junto a su hermana diseñadora, Evelyn, los rescata, les elabora un plan de marketing nivel top para que regresen en gloria y majestad y les facilita unas de sus mansiones (que le sobra por ahí) para que se se instalen.
Winston Davor planea reunir a todos los súper héroes dispersos por el mundo y hacerles una gran rentré, una presentación en sociedad con magnates invitados y todo.
El punto es que Winston y Evelyn Davor deciden que quien mejor puede hacer los trabajos, digamos, reivindicativos, es Helen Parr -Elastic Girl. lo que deja al muy elemental Bob (algo tiene de Homero Simpson ¿no?) a cargo de la casa. O sea, de una hija adolescente (Oh my God!), un niño que es hiperkinético aún sin sus super poderes y una guagua.
¡Te quiero ver Bob!
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