“LOS TRAMPOSOS”

A pesar de su buena fama, Nicolas Cage cuenta muchas más actuaciones desafortunadas que acertadas. Precisamente en “LOS TRAMPOSOS” uno vuelve a acordarse que está frente al mismo actor de “Adiós a Las Vegas” y de “Vidas al límite” (de su tío Martin Scorsese). El personaje le ayuda. Roy es un neurótico obsesivo-compulsivo lleno de manías y tics de la más variada especie (seguro lo ayudó un coreógrafo, no un director de actores), que tiene una “profesión” poco adecuada para la siquis y el sistema nervioso: timador. Junto a su amigo Frank (Sam Rockwell, “Confesiones de una mente peligrosa”) planean las más inverosímiles estafas, nada muy notable, pero lo suficiente como para permitirles un agradable buen pasar. Hasta tienen oficina, teléfonos y computadores.
Roy quiere retirarse, pero Frank lo convence de que «este último golpe sí que sí…»
De pronto aparece por su vida una hija que él no sabía que tenía. Angela (Alison Lohman, encantadora, convincente), la chica en cuestión, es una adolescente que se las trae y ciertamente revoluciona por completo al ya ansioso y angustiado Roy, que, en todo caso, ha aceptado la sugerencia de su amigo y socio de visitar un siquiatra.
Lo que sigue es una curiosa historia, llena de ingeniosos y atractivos giros que, naturalmente no vamos siquiera a enunciar.
Véala. Se va entretener. De seguro.