“LOVE PUNCH”

Más elegante que comedia

Bellos parajes, escenarios sofisticados y un par de actores como Emma Thompson y Pierce Brosnan, que siempre son agradables de vislumbrar en pantalla, es lo que ofrece “LOVE PUNCH”.
Lo mismo puede decirse de quienes encarnan a la pareja de amigos de sus personajes: Celia Imre (Penelope) y Timothy Spall (Jerry), ambos cotizados secundarios en películas y series británicas, incluidos blockbusters como «Harry Potter» o «Bridget Jones». Aquí el cuarteto está envuelto en una comedia, para usar su título, con poco “punch”.
Richard (Brosnan) y Kate (Thompson) se acaban de separar y como suele ocurrir en esta etapa, los amigos no saben de qué lado estar y más bien apuestan por la reconciliación.
Ambos viven muy cómodamente hasta que un millonario joven, experto en finanzas, estilo Lobo de Wall Street (Laurent Lafitte), mete las manos en la empresa de Richard y en un pase de magia especulativo los deja a todos en la calle y regresa a su Francia natal con más euros en el bolsillo.
La maniobra transforma a Richard y Kate de cómodos jubilados relativamente jóvenes en virtualmente indigentes, por lo que en un desesperado (y sobre todo descabellado) intento por revertir la situación parten a París a perseguirlo.
Aparte de los bonitos lugares por los que circulan los personajes entre París y la costa del sur de Francia, cada aventura en que se involucran es más inverosímil y disparatada que la otra. Y lo que es peor, rotundamente predecible.
Simpático el cameo de Marisa Berenson y el hijo hacker que los ayuda.
Una comedia más elegante que realmente graciosa.