Home > Acción > MAD MAX: FURIA EN EL CAMINO: OJO CON EL PODER FEMENINO

MAD MAX: FURIA EN EL CAMINO: OJO CON EL PODER FEMENINO

Mad Max: Furia en el camino Reparto: Tom Hardy, Charlize Theron, Nocholas Hoult, Zoë Kravitz, Hugh Keays-Byrne, Dirección: George Miller. Australia/EE.UU., 2015. Duración: 2 horas. MUY BUENA. VIOLENTA.

MAD MAX: FURIA EN EL CAMINO: OJO CON EL PODER FEMENINO

Mad Max: Furia en el Camino no sólo es una trepidante película de acción que no suelta al espectador ni un solo minuto de sus 2 horas de duración y que lo deja sin aliento con sus imágenes alucinantes, pletóricas de los colores ocres, amarillos y anaranjados del desierto bajo la luz rotunda del sol -y el azul acero de la noche-, el diseño de autos, camiones y motos de guerra, construidos con desechos, circulando en una lucha tras otra; más los vestuarios y maquillajes que no son ornamento sino que contribuyen a construir personajes.

Es todo lo anterior, sí, pero más aún, es una gran alegoría política y social, incontaminada de discursos maniqueos y obviedades, profundamente perturbadora e inquietante.
George Miller -creador de la saga ochentera que lanzó al estrellato a Mel Gibson- a sus 70 años parece haberse alimentado de energía todo este tiempo.
Este médico de profesión, que se inspiró en su trabajo en emergencias, donde vio y atendió a tanto herido por accidentes vehiculares para crear Mad Max, reconoce las influencias cinematográficas de John Ford y Akira Kurosawa.
Y sí, Mad Max tiene mucho de western -esa polvorosa tierra sin ley- y de los héroes japoneses, los ronin o los samurái.
En este regreso, Max (Tom Hardy), un guerrero solitario, desesperanzado, vencido, atormentado por sus fantasmas, culpas y demonios, es atrapado por los esbirros del amo de La Ciudadela, Inmortan Joe (Hugh Keays-Byrne).
En este planeta post Apocalipsis (no se especifica qué ha ocurrido), en que escasean el petróleo y el agua (¿le suena?), Inmortan Joe -un hombre con una máscara dentada unido a un balón de oxígeno- ha organizado una sociedad cruel y rigurosamente estratificada: él y su séquito y los esclavos -niños y jóvenes que trabajan (algunos son entrenados para conducir y luchar)- y los miserables, enfermos y ancianos, que viven bajo la meseta verde llena de túneles, engranajes y una plataforma para que el líder, sus guerreros y autos suban y bajen. Cada cierto tiempo, Joe da la orden de abrir las compuertas que guardan agua para que las andrajosas multitudes recojan sus gotas mientras les dice: «soy su redentor».
También esclaviza mujeres: como dispositivos de leche humana y para procrear hijos que convertir en guerreros.
Max, enjaulado y con una máscara de hierro en su rostro, es utilizado como transfusor de sangre para uno de los jóvenes, Nux.
Imperator Furiosa (Charlize Theron) está por partir con su camión cisterna. En este caos más o menos organizado que es este mundo distópico, se comercia entre las tribus de La Ciudadela, La Ciudad de la Gasolina y la Granja de las Balas.
Y Furiosa, escoltada por motociclistas, inicia el viaje hacia uno de estos intercambios.
Pero ella tiene otro plan y altera su rumbo: además, ha llevado consigo a las esposas. Va en búsqueda de El Lugar Verde, su hogar.
Toda la máquina guerrera de Joe parte tras ella y, como mascarón de proa del auto de Nux (siempre conectado a él) va Max.
Ni secuela ni remake, Mad Max: Furia en el Camino rediseña este mundo en el que manda el más fuerte, el más violento, el más cruel; un sistema en que cualquier noción de espiritualidad y de pensamiento está excluida. Sólo existe una cierta mitología creada, con retazos de algún conocimiento, por el líder, que implanta en su ejército de niños y jóvenes la idea de la muerte gloriosa en la lucha, que los llevará al Valhalla (sí, de la mitología germana).
Son chicos criados en un salvajismo, sin la inocencia de lo primitivo, que repiten las consignas del líder único y supremo.
Nada muy distinto a lo que ponen en práctica hoy ISIS y semejantes, como Boko Haram (incluido el secuestro de jovencitas que violan y embarazan).
En la carretera se impone la desolación, las tierras devastadas, las tribus hostiles.
Es un planeta en el que impera la barbarie, en el que ha fracasado toda posibilidad de entendimiento, justo o no. El contrato social hecho añicos.
«La esperanza es un error», murmura Max, en uno de sus escasos parlamentos.
Furiosa quiere más: «yo busco la redención».
Tras la guerrera temeraria, arrojada e inteligente, hay también una mujer sensible, comprensiva, capaz de acoger y apoyar a los que lo necesitan. Es, con todas sus letras, una líder.
Quienes la secundan en esta guerra son mujeres, las únicas enteramente humanas (casi todos son injertos de hombre y máquina o bien carecen de humanidad), con sentimientos, pensamientos, dudas.
Unas jóvenes, luego unas viejas, portando semillas. Todo un símbolo, en ambos casos.
Max es, finalmente, un gran partner.
Sólo Tom Hardy (Locked), el mejor actor inglés del momento, podía construir tan sólidamente el personaje de un hombre derrotado y lacónico, cuya alma herida se asoma por los ojos. Es un rol sicológico, pero también físico: es un guerrero que no ha perdido su instinto de supervivencia y cuyo combustible es la rabia y el rencor.
En suma, una experiencia cinematográfica total.

Algunos datos:
-Filmada principalmente en el desierto de Namibia, África, el portentoso trabajo de dirección de fotografía estuvo en manos de John Seale (Óscar por El paciente inglés).
-El único color disonante entre los tonos de blanco (las túnicas de las jóvenes esposas), tierra, ocres, azules y grises es el rojo intenso del guitarrista que rockea y dispara en la parte delantera de uno de los autos guerreros en medio de las persecuciones y combates.
-Miller estuvo 15 años pensando y preparando este proyecto.
-Trabajaron más de 300 dobles y especialistas en escenas de acción. Es decir, para las luchas y batallas, no se utilizaron personajes digitalizados.
-El director ha hecho películas tan distintas como Happy Feet, Babe, el chanchito valiente y Las Brujas de Eastwick (con Jack Nicholson, Michelle Pfeiffer, Cher y Susan Sarandon).
-Miller entregó su propio (y amado) V 8 para que lo destrozaran en el primer Mad Max.

La flota automotriz:
-Interceptor. Es el auto original de Max, un XB Falcón coupé.
-El Gigahorse. Par de cadillacs coupé de villes de 1959 ensamblados.
-El coche de Nux. Coupé turbo de 5 ventanas potencializado con gas nitroso.
-War Rig. El semirremolque que conduce Furiosa, con 6 ruedas motrices y 18 ejes y motores V 8.
-FDK. Motor Volkswagen V 8 con lanzallamas de doble cañón, turbos de escape triple.
-Cranky Frank. Motor V 8, guardián del convoy de Inmortan Joe y su séquito personal.
-El Peacemaker. Merlín V 8 refrigerado por agua, montado sobre orugas de tanque.
-El Ploughboy. Vagón montado sobre una plataforma, con arpón y un arado hidráulico.
-Buick. Portador del estandarte y guardia personal de Inmortan Joe.
-Mack. La grúa de la ciudad, equipada con arpones y balas.
-Buggy #9. Perentti equipado con armas de alto calibre.
-Elvis. Un par de GMC 6 con motor V 12, inyección de gas nitrógeno. Artillero.
-Dodge. Ataca con lanzallamas. Asistido con gas nitrógeno.
-Prine Valiant. Valiant V 8, con lanzallamas y molotov.
-Big foot. Auto de Rictus Erectus, el primogénito de Inmortan Joe. V 8 con transmisión automática turbo 400. Lo conduce Inmortan Joe.
-Firecar #4. Holden de 1970 HZ. Con armas de frente y cañones lanzallamas.
-Plymouth Rock. Equipado con púas y lanzas, pertenece a Los Halcones, tribu de las tierras baldías.
-Doof Wagon. Lanzamisiles M.A.N. de 8×8.

 

Mad Max: Furia en el camino
Reparto: Tom Hardy, Charlize Theron, Nocholas Hoult, Zoë Kravitz, Hugh Keays-Byrne,
Dirección: George Miller.
Australia/EE.UU., 2015. Duración: 2 horas.
MUY BUENA. VIOLENTA.

 

Categorias: Acción

Relacionados

Copyright Anajosefasilva.cl 2014