Una cruenta escena- digna de David Fincher, productor y director de los dos primeros episodios- da la partida a Mindhunter , la serie estrella de Netflix para octubre.
Es de noche, la policía tiene rodeado a un hombre que mantiene a un rehén, hasta que llega el agente del FBI Holden Ford (Jonathan Groff).
Ford -un tipo joven, nerd, que no se despinta el terno y la camisa blanca- está evidentemente entrenado para negociar.
Pero estamos a fines de los ’70 y la sicología y las ciencias sociales en general no son el fuerte de los chicos de Quantico (pueblo donde se encuentra la academia de entrenamiento).
Holden da clases a los agentes -unas no muy atractivas- y está inquieto porque se da cuenta que el crimen, la sociedad y “nuestra democracia” han cambiado. “El Gobierno solía ser como un padre”.
Es la época de serial killers como Charles Manson, el Hijo de Sam, el estrangulador de Boston. Criminales cuyo móvil “es esquivo”.
Para suerte suya, conoce en un bar a una chica que está haciendo su doctorado en sociología (hasta Durkheim aparece en la conversación), que lo despabilará en todos los sentidos posibles.
Entretanto, sus propios jefes lo contactan con el encargado de la Unidad de Ciencias del Comportamiento, Bill Tench (Holt McCallany), con quien se aboca a investigar a convictos por crímenes horrendos e incomprensibles. “¿Cómo lidiamos con los locos si no sabemos como piensan?”, es su premisa.
Su primer entrevistado es Edmund Kemper, un gigantón de aspecto más o menos inofensivo, preso por haber matado y mutilado a sus abuelos, a su madre y a varias estudiantes universitarias (súmele otras perversiones más).
La serie está basada en el libro “Mind Hunter: Inside The FBI’s Elite Serial Crime Unit”, escrito por John S. Douglas, quien fuera agente del FBI en los ’70 y el primero en elaborar perfiles sicológicos de asesinos, con ayuda de su jefe y un siquiatra.
A los dos primeros capítulos de la serie hay que tenerle cierta paciencia: mucha introducción para casi 120 minutos de historia. Mucho Freud, Dostoievsky y Edipo en las conversaciones y un extenso deambular por el país de Ford y Dench tras asesinos a quienes solo el primero entrevistará.
Pero ya sabemos -y confiamos- que detrás del proyecto está David Fincher que en materia de sicópatas, sangre y atmósferas profundamente inquietantes tiene bastante curriculum cinematográfico: Zodiac, Seven, El Club de la Pelea, Perdida, (VER COMENTARIO) por mencionar algunas.
Como productora ejecutiva, Charlize Theron.
Ya está confirmada la segunda temporada.
En Netflix desde el 13 de octubre.
10 episodios de 60 minutos cada uno.
Creadores: Joe Penhall y Jennifer Haley
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