—En el Nombre del Padre. (1993, Jim Sheridan). Daniel Day Lewis, Pete Postlethwaite (fallecido en 2011). Basado en un hecho real. Padre e hijo son enviados a prisión acusados por un atentado del IRA en el que no tuvieron participación. En la cárcel es el padre, un hombre ya mayor, el que contiene permanentemente al hijo (Day Lewis), lo serena y soporta por los dos la injusticia que padecen. ¡Conmovedor!
—La vida es bella. Con este filme (1997) Roberto Benigni ganó el Oscar a mejor filme extranjero en 1998. Lo mejor de esta película es su segunda parte: cuando el padre (Benigni) termina en un campo de concentración nazi con su hijo pequeño. Con tal de preservar su inocencia, monta una riesgosa charada para hacerle creer que todo esto es un juego.
—Interestelar (Christopher Nolan, 2014). Con Matthew McConaughey. Sí, es una película sobre los agujeros negros, los portales del tiempo y un mundo distópico, pero finalmente trata de una historia de un padre y su hija. VER COMENTARIO
—Midnight Special. (Jeff Nichols, 2016). Con Michael Shannon. Un padre atraviesa carreteras, huye de policías, FBI y una extraña secta. Todo para proteger a su pequeño hijo y conducirlo a donde él requiere llegar. VER COMENTARIO.
—Billy Elliot. (Stephen Daldry, 2000). Con Jaime Bell y Gary Lewis. Billy es hijo de un obrero, pero su sueño es ser bailarín. La escena más desgarradora: el padre, un sindicalista comprometido, se ve obligado a romper una huelga para que su hijo pueda cumplir su sueño.
—Papá por siempre. (Chris Columbus, 1993). Difícil que alguien no se acuerde de esta comedia delirante en que Robin Williams se disfraza de Nanny con tal de estar cerca de sus hijos, tras separarse de su mujer.
—Calvario. (John Michael McDonagh, 2014). Brendan Gleeson en el rol de su vida como un cura que ha tomado los hábitos tras enviudar y que ahora dispone solo de unos cuantos días para reunirse con su depresiva hija y dejarle en claro que siempre la ha amado. ¡Maravillosa! VER COMENTARIO
—La habitación del hijo. (Nani Moretti, 2001). Uno de los filmes más desgarradores del cineasta italiano. La muerte del hijo —siempre horrible—se cruza aquí con los sentimientos de culpa por aquello que este padre, un reputado sicoanalista, podría haber hecho para evitarlo.
—La memoria del agua. (Matías Bize, 2015). Con Benjamín Vicuña y Elena Anaya. La muerte de un hijo pequeño en un accidente doméstico destruye todo en este hogar. Un padre que asiste con el alma entumecida a la demolición de su vida y de su felicidad. VER COMENTARIO
—Kramer vs Kramer. (Robert Benton, 1979). Un clásico, quizás la primera película en poner el dedo en la llaga sobre lo injusto que resulta para un padre ser alejado de sus hijos luego que su matrimonio se quebró. Y en este caso, con la añadidura de que es ella la quien se marcha en busca de nuevos horizontes… Y luego que él, con esfuerzo y perseverancia, ha logrado equilibrar su vida, ella vuelve a reclamar a sus hijos. Con Dustin Hoffman y Meryl Streep
—Buscando a Nemo. (Andrew Stanton, 2003. Pixar). Marlin, un pez que ha debido criar solo a su pequeño Nemo tras la muerte de la madre, literalmente atraviesa océanos y toma toda clase de riesgos cuando el “chico” se pierde y es capturado.
—Yo soy Sam. (Jessie Nelson, 2001). Sean Penn encarna a un hombre con discapacidad intelectual. La madre de su hija, en la misma clínica en que parió, le entrega a la criatura y desaparece a perderse. Solo y con todas sus limitaciones el hombre se las arregla para criar y amar a su hija (una adorable Dakota Fanning).
—Logan. (James Mangold, 2017). Oka. Esto es cómic, los X Men y todo eso. Pero díganme si no es para que se les arrugue el corazón ver a un héroe acabado (Hugh Jackman), con las esperanzas rotas, comprender que aún en la recta final se puede uno redimir y convertirse en un mejor ser ¿humano? VER COMENTARIO
—Million dollar Baby. (Clint Eastwood, 2004). Con Hilary Swank. Nunca supimos por qué la hija de Frankie (Eastwod) le devolvía las cartas sin leer. Mientras, aunque se negase a recibirla en su gimnasio, esa chica que quiere ser boxeadora para alejarse lo más posible de su deleznable familia, se va convirtiendo inadvertidamente en su verdadera hija… para terminar de nuevo con el corazón roto.
—Gran Torino. (Clint Eastwood, 2008). Más gruñón que nunca, el viejo Clint cree que las cosas se arreglan como en Harry el Sucio. Detesta a sus vecinos coreanos (y a la raza humana en general) pero finalmente dará su vida por Sue, una chica que sufre la violencia de una pandilla del barrio. VER COMENTARIO
—Luz de luna. (Barry Jenkins, 2016). Oscar 2017 a mejor película. Chiron es un niño desamparado, de madre drogadicta y padre inexistente. Precisamente es el dealer del barrio (Mahershala Ali) quien se compadece del chico y se hace cargo de él. VER COMENTARIO
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