You Were Never Really Here Reparto: Joaquin Phoenix, Alessandro Nivola, John Doman, Judith Anna Roberts, Alex Manette. Dirección: Lynne Ramsay Rrino Unido, 2017. Duración: 95 min.
Cuando en Cannes se proyectó En Realidad, nunca estuviste aquí , cerrando la competencia 2017, probablemente nadie pudo evitar que en su cabeza surgiera la imagen de Taxi Driver. De hecho, el afiche muestra a un barbón y ceñudo Joaquin Phoenix cargando en su espalda a una niña rubia, de rostro impasible e inocente, que se aferra a él con sus brazos.
Y sí, en un estilo muy diferente, escueto y de alta intensidad, Lynne Ramsay arma una película acerca de un sujeto y una adolescente desparecida, basada en la novela de Jonathan Ames.
Pero de Joe (extraordinario J. Phoenix) vemos -en la hora y media de metraje- solo unos cuantos días de su vida. Sabemos que es un asesino a sueldo, brutal y pragmático, que vive con una madre anciana y un poco ida, con quien bromea, ve Sicosis en la tele y luego tararea los míticos compases que compusiera Bernad Herrmann.
Es de lo poco que le oímos, así como una compulsiva cuenta en reversa de números, todo en susurros y a veces en off. Y la inquietante música electrónica de Jonny Greenwood que aparece subrepticiamente.
Mediante brevísimos flash-backs nos enteramos que la violencia más triste y feroz estuvo siempre ahí, con él, alrededor de él, sobre él. Lo que Joe es hoy es lo que iba a ser con seguridad, un tipo que ha normalizado la violencia y vive y convive de y con ella con actitud hierática.
Lynne Ramsay (realizadora de la feroz y escalofriante Tenemos que hablar de Kevin) desafía al espectador con secuencias más bien breves en las que importan los objetos, ciertos encuadres y en que los diálogos son escasos. Un pequeño martillo, mucha sangre, muchos cadáveres, un bosque hermoso, un rostro con una bolsa plástica como juego macabro (un niño primero, luego Joe), una oficina que pudo ser elegante pero que la iluminación fría y el montaje por momentos desquiciado la transforma en un lugar sórdido.
Pero si Ramsay es parca con las palabras, también lo es para mostrar los actos sangrientos -que ciertamente están: abundan los asesinatos- y la crueldad, lo que incluso aparece ya no solo en esos latigazos de recuerdo sino en escenas oníricas.
Aún en la desmesura del contenido de violencia de la película, ésta suele ser invisible y sí, vemos sus resultados, igualmente chocantes. La ley y quienes la representan están fuera de cuadro aquí.
La línea de diálogo más larga, fuera del cotidiano, la pronuncia un senador, al contratar a Joe: “Házles el mayor daño posible”.
Con ello echa a andar su nueva misión.
En un plano general, amplio, en imágenes que simulan ser capturadas por una cámara de seguridad, Joe recorre los pisos de un hotel regando de cadáveres todo a su paso (extraordinaria fotografía de Tom Towned).
No han pasado muchos minutos del metraje cuando tras estas escenas se produce el punto de giro, aquello que alterará la rutina y las motivaciones de Joe; nada, en todo caso, que lo aleje de lo que ya es parte de sí mismo: la violencia como forma natural de vida. El es un hombre irremediablemente dañado.
Muy merecidamente Joaquin Phoenix obtuvo la Palma de Oro en Cannes 2017 por este rol y Lynne Ramsay compartió la suya al mejor guión con Yorgos Lanthimos (por El Sacrificio del Ciervo Sagrado VER COMENTARIO)
En realidad, nunca estuviste aquí (You Were Never Really Here) es un thriller dramático que rompe muchos cánones, una historia de crímenes, venganza y corrupción que no elude la sangre pero no se concentra en ella sino en el atormentado interior de un hombre que apenas puede armar en retazos lo que ha sido su vida y ni siquiera intenta -o no puede- ir más allá de ello.
Todo lo demás está sugerido, a partir de imágenes cuidadosamente seleccionadas y unidas en un montaje pensado para que la historia sea un puzzle para armar por los espectadores.
Fascinante y novedosa. Imperdible para cinéfilos en búsqueda de nuevos lenguajes.
(En tienda Fílmico, Paseo Las Palmas).
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