Parte del misterio por resolver en “TRANSFORMERS: LA ERA DE LA EXTINCIÓN” es por qué se llama así. Lo segundo que uno quisiera entender es para qué es que dura casi tres horas.
La cuarta película de la saga, que transcurre tres años después de la batalla de Chicago, mantiene a su director pero no a los protagonistas (humanos, nos referimos) y es una larga historia de peleas, persecuciones y destrozos, ¡muchos destrozos! que tiene como escenario final a Hong-Kong (una manera de asegurarse la enjundiosa distribución en China).
La franquicia que partió con juguetes, siguió con comic, videojuegos, serie de TV, animación y películas, puede seguir ad eternum, con producciones cada dos años, como más o menos ha sido hasta ahora (2007, 2009, 2011), llamarse de cualquier modo y poner a los monstruos de acero a pelear por cualquier circunstancia.
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