Un grupo de hombres británicos, algo mayores, taciturnos y solitarios (algunos más que otros), se reúnen en una suerte de club donde intentan distraerse con algunos juegos de mesa, conversaciones escuetas y a veces alguna cerveza.
Son veteranos de la Segunda Guerra Mundial y cada uno carga con cicatrices distintas, que mantienen herméticamente selladas en sus almas.
Eric Lomax (C. Firth) es uno de ellos, un hombre obsesionado con los trenes y sus itinerarios.Cuando conoce a Patti (N. Kidman) y se casa con ella su vida se ilumina.
Pero los traumas no tratados no cesan de aflorar y lo desbordan. Hasta que, impulsado por Patti, decide viajar a Japón y enfrentarse con esas heridas que le impiden vivir en paz.
Basado en una historia real (la autobiografía escrita por Lomax), la película es un drama contenido, que incluye escenas bastante crudas, aunque su narración se desliza de manera más bien plana.
La historia principalmente apela a la necesidad de mirar las heridas de frente y al valor sanador del perdón.
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