Dirección: Éric Lartigau Guion: Victoria Bedos, Thomas Bidegain, Éric Lartigau Reparto: Louane Emera, Karin Viard, François Damiens, Luca Gelberg, Roxane Duran, Eric Elmosnino Francia, 2014 Duración: 105 min.
Si cree que de vez en cuando usted tiene derecho a pasar lo que se dice un buen rato, apreciará profundamente La familia Bélier, una comedia con todas sus letras, de esas que arrancan carcajadas y emociones hasta al más rudo y que, en todo caso, de tonta no tiene nada.
Al contrario, el guión se nutre de un humor que emerge de escenas y diálogos agudamente construidos, que poco y nada tienen que ver con los gags gruesos tan abundantes en cierta comedia norteamericana.
Los Bélier constituyen una singular familia campesina, que se dedica a hacer y vender quesos. Paula (Louane Emera, descubierta en el programa concurso «The Voice»), una púber a minutos de pasar a ser adolescente, corre entre atender los terneros, ordeñar las vacas y partir en bici a encontrarse con el bus que la llevará al colegio.
Es ella quien se entiende, a través de su celular, con proveedores y clientes mientras va camino a clases. No es de lo único que se encarga (inolvidable la escena con el médico acompañando a sus padres). Sus alegres progenitores, Gigi (Karin Viard, «Delicatessen», «Polisse») y Rodolphe, son sordomudos, al igual que su hermano Quentin (el joven actor tiene efectivamente esa discapacidad).
Como buena película francesa que es, La familia Bélier es bien poco fijada en correcciones políticas y es bastante desparpajada como para no eludir temas como la promiscuidad sexual adolescente, aunque sea en clave de humor. La divertida amiga de Paula, Mathilde, se encarga bien de aquello (la película abunda en secundarios ¡deliciosos!).
Cuando Paula descubre que el único chico parisino de la escuela se inscribe en el coro, ella también lo hace, aunque eso incluya vencer su timidez y soportar al malhumorado profesor Fabien Thomasson (divertidísimo personaje). Pero a pesar de sus modales temibles y sus gustos anticuados, Fabien de verdad ama la música y descubre en Paula una bella voz de soprano.
La motivación por ensayar no es poca: ir a París a participar en un concurso.
Pero eso es, a la vez, un asunto complejo para Paula, considerando su clave rol en la familia.
Entre sus graciosos momentos, hay mucha ternura -de la auténtica- inundando la película.
El efecto sobre el espectador es impresionante: vi a muchos adultos secándose disimuladamente los ojos cuando se prendió la luz en El Biógrafo, cuando fue a verla en el verano.
Es que a veces uno agradece una inyección de optimismo, sobre todo si la regala una historia tan bien urdida como para cumplir con esa verosimilitud mínima que uno le exige a la ficción.
La familia Bélier no cambiará la historia del cine ni los destinos de Occidente, pero ¡vaya que le despejará la mente y el alma! en medio de tanta mala noticia y momentos ingratos (que a nadie le faltan).
Cuando la vaya a ver, va a querer saber cómo se llaman las canciones que cantan Paula y el coro, especialmente «Je vole» y «Je vais t’aimer», de Michel Sardou. Si las quiere escuchar de nuevo, están en iTunes.
Lleve pañuelitos desechables.
La Familia Bélier
Dirección: Éric Lartigau
Guion: Victoria Bedos, Thomas Bidegain, Éric Lartigau
Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine
Fotografía: Romain Winding
Reparto: Louane Emera, Karin Viard, François Damiens, Luca Gelberg, Roxane Duran, Eric Elmosnino
Francia, 2014
Duración: 105 min.
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