Amerita, a lo menos, la presidencia honoraria de la Cámara de Turismo de Barcelona.
O algún gesto de la Generalitat, como declararlo Hijo Ilustre de la Comunidad de Catalunya.
Es que no es nada menor lo que ha hecho Woody Allen por la región: con “VICKY CRISTINA BARCELONA” la puso en el mapa de Hollywood, que es como decir el mundo todo.
Intentando reproducir los mismos escenarios sofisticados que tan acertadamente desmenuzó en Londres para su magistral “Match Point”, Woody Allen hace aquí el ejercicio contrario: no traspasa ni un milímetro de superficie, los conflictos resultan externos y los personajes, estereotipados. El mote de “comedia” no lo salva, sencillamente porque no lo es. El problema es que tampoco es drama, tragedia ni cosa alguna…
La autorreferencia propia de los oriundos de América del Norte le jugó aquí una mala pasada al director neoyorquino. Barcelona -y alrededores- le fue tan fascinante como ajena, es decir, tal cual la percibe el buen turista.
En suma, mucho Parque Güell, Sagrada Familia, Casamilá…
Parafraseando a un famoso catalán, ingrávida como pompas de jabón…
Nice…
Copyright Anajosefasilva.cl 2014