Una apasionante y sorprendente historia de egos, abuso de poder, talento artístico y música es la que amasa el joven guionista y director Damien Chazelle (que alguna vez estuvo en una academia de jazz, de la que no tiene buenos recuerdos) en «Whiplash», que se estrena con 5 nominaciones al Oscar (a mejor película, entre ellas).
J.K. Simmons, como el abusivo Profesor Fletcher, ha venido recolectando todos los premios importantes que preceden a la gran ceremonia del 22 como mejor actor secundario, estatuilla a la que también postula y que muy probablemente ganará.
Es que este es el caso en que un antagónico se convierte en el motor e imán de una historia opacando al protagonista, el joven y obsesivo aprendiz de baterista Andrew Newman, por más que sea interpretado con mucha fuerza y matices por Miles Teller.
La desesperación de triunfar, de ser exitoso, de ser el mejor de Andrew choca frontalmente con algo inesperado: un maestro de música de un perfeccionismo que linda con lo sicopático, con métodos abusivos y derechamente violentos.
La tensión y la ansiedad se instalan así desde el comienzo, con una historia llena de vuelcos y remates del todo inesperados. Son dos caracteres complejos con evoluciones que dan cuenta de la habilidad de Chazelle.
Trivia: Whiplash es una canción estándar del jazz. La película partió siendo un corto que se prsentó en Sundance; ya en 2014 llegó como largo, ganando el premio del público y el jurado.
IDEAL PARA: el ministro de educación, profes y alumnos.
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