Si hay un estreno esperado es el de de La memoria infinita, el último documental de Maite Alberdi. Acá les digo por qué no pueden dejar de ver esta estremecedora película, que más que eso, es toda una experiencia emocional y vital.
—Oye Góngora ¿Por qué hueles los libros?
—Tonterías no más.
La Memoria Infinita está repleta de diálogos y momentos así, divertidos, juguetones, sorprendentes.
Augusto Góngora y Paulina Urrutia, solos en su hogar o haciendo caminatas por el jardín, mientras en él iba avanzando exponencialmente el Alzheimer, hablan muy relajados y alegres.
Incluso de la muerte y de la vida. “A mí me encanta la vida”, le dice él de pronto, y ambos prorrumpen en carcajadas. También bailan o conversan amorosos en un restorán o en el teatro.
El periodista y documentalista murió en mayo pasado, a los 71. Un año antes, las filmaciones se habían detenido por decisión de la directora, aunque contaba con todas las autorizaciones pertinentes.
Poco después, Paulina encontraría en la casa 40 cintas con filmaciones de Augusto, entre ellas, una entrevista a Raúl Ruiz. Parte de ello, como su trabajo en dictadura en “Teleanálisis”, se intercala en este documental profundamente conmovedor.
Hermoso y emocionante, este es el registro de una historia de un amor infinito, de ese verdadero. Porque aún cuando no elude la cruda vivencia del Alzheimer, que claro que pronto empieza a asomarse, La Memoria Infinita se abre a una dimensión poco explorada, aquella que demuestra que acompañar a alguien en una enfermedad es un proceso de aprendizaje.
Uno cuyo énfasis no está en el sacrificio desgastador, ni en la paciencia obligada, sino en esa improvisación creativa constante que solo puede surgir cuando hay una conexión amorosa profunda.
Las lágrimas que arranca son de emoción, la de ver cómo es que Augusto transita desde aquellos momentos alegres a la angustia del deterioro, pero de la mano de Paulina, siempre.
Esto va de cómo es hacer ese camino, luminosamente apoyados en una imaginación que brota desde el amor y convierte lo que pudo ser amargo en una experiencia bella e inolvidable, aún con el desgarro de los momentos duros. Porque el dolor y la alegría van y vienen, y son parte del amasijo vital con el que transitamos por este mundo.
Y aquí hay tanta dulzura, gestos tiernos, risas y también lágrimas y dolor, como en la vida misma. Este es el triunfo del amor.
Ojo con la música.
La memoria infinita
Dirección y guion: Maite Alberdi
Música: José Miguel Tobar, Miguel Miranda
Canciones: “The Wonder of You” (Christopher Weeks); “Burbujas de Amor” (de Juan Luis Guerra, versión de Ismael Serrano); “A Dónde Van” (de Silvio Rodríguez, versión de Manuel García); “Un Vestido y un Amor” (de Pablo Collado); “La Danza de las Libélulas” (de Manuel García)
Fotografía: Pablo Valdés
Documental
Chile, 2023
Duración: 85 min.
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