Con el estreno de La Rara: ópera Violeta en tres jornadas, el Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado (UAH) abre su XVI Temporada Oficial.
La obra ofrece una relectura de la trayectoria biográfica y artística de Violeta Parra desde una mirada y una sonoridad contemporánea.
Violeta regresa tras su muerte, guiada por la Virgen de la Candelaria, recorriendo episodios de su vida en un Chile fragmentario, donde la muerte se entiende como semilla de una nueva vida.
Junto a los roles principales, el libreto de la dramaturga Marcela Sáiz incluye diversos roles secundarios, dando espacio a la participación de numerosos solistas.
El compositor René Silva ha privilegiado para esta ópera un lenguaje contemporáneo, aludiendo a la música de Violeta Parra desde una sonoridad que es a la vez docta y latinoamericana.
«Para nosotros Violeta Parra es una figura muy emblemática de la música chilena y de la identidad y cultura nacional; rendirle un homenaje a través de una ópera nos parece que es algo muy bonito porque sigue inspirándonos, pero también invitándonos a repensarla desde lo que somos actualmente como chilenos”,señala.
La régie y el diseño escénico están a cargo de Gonzalo Cuadra y Gabriela Torrejón, respectivamente.
La Rara se presenta en tres actos consecutivos.
Un coro de angelitos conjura a Violeta para volver desde su muerte a la tierra de los vivos.
Desde el umbral de la vida y la muerte, Ella (Violeta) es testigo de su propio nacimiento terrenal, anunciado por el canto de la Rara que escuchan su madre al parir y Rosa, la partera, mientras el padre elucubra sobre el futuro de la niña.
Se trata de un nacimiento extraordinario y controvertido en un Chile desigual, donde el coro de angelitos disputará sobre el signo de este nacer, y Ella cantará el presagio de su propio destino.
Luego, guiada por el canto de La Candelaria, baja a la Tierra para volver a morir.
Ya en la Tierra, en un diálogo con la Comadre, Ella recuerda su infancia y su necesidad de andar y ver mundo.
Se va a Santiago y se casa para, luego de un enfrentamiento con el marido, arrancar de esa trampa mortal que la ahoga.
Desde ese ahogo emprende un viaje doble: por el territorio recopilando la música del pueblo, y por su interior en busca de ella misma y su libertad.
En este peregrinar entra en el mundo masculino del canto a lo humano y lo divino guiada por Isaías, que le abre la puerta para conocer el guitarrón; y al mundo femenino de mano de Rosa, partera y arregladora de angelitos, que le muestra esta ceremonia misteriosa con la que Ella entra en la religión.
Luego de descubrir la doble condición del ser humano: terrenal y divina, de recopiladora se transforma en creadora y canta esa pasión frenética que la posee.
Llegan los amigos intelectuales y artistas que la ayudan, Gastón (Soublette) y Miguel (Letelier), con los que juega y en su diálogo aparece su humor. Nos canta que conoce el amor y, feliz, junto a un coro de intelectuales, vemos sus logros hasta su consumación en el Louvre, París.
Entonces, se anuncia que cada luz tiene su sombra, que la vida es también la semilla de la muerte, y Ella junto con La Candelaria cantan un dueto sobre la muerte de la hija, que es también augurio de su propia muerte.
Todo lo logrado parece desvanecerse. Ella se enfrenta a la incomprensión de la sociedad representada en el coro de funcionarios que invade el escenario.
No encaja. Chile parece no poder acogerla, entonces la declara: rara. Aparece su carpa de La Reina y Ella canta una última esperanza: quiere estar cerca de la gente, pero el amor encontrado se pierde y las personas no vienen.
Siente una enorme tristeza y soledad. La Candelaria y la Comadre se conduelen de Ella. La muerte, como un gran temporal, la viene a visitar despedazando la carpa y la esperanza.
Ella amortajada por las telas rotas de ese sueño, canta su propia muerte terrenal.
Los amigos y los amores, los cantores y el pueblo, conmovidos y compadecidos, la transforman en un angelito, le dan alas para que pueda subir rápido a los cielos; y, junto al coro de intelectuales, también afirman su maravilloso paso por la tierra.
Todos juntos, los personajes, el coro y Ella, cantan la afirmación de esta muerte como semilla de la vida, porque Ella volverá a nacer y a morir hasta que comprendamos algo más.
FICHA TÉCNICA
La Rara. Ópera Violeta en tres jornadas
Música: René Silva.
Libreto: Marcela Sáiz
Dirección musical: Pablo Carrasco
Régie: Gonzalo Cuadra
Diseño escénico: Gabriela Torrejón
Idea original: Violaine Soublette.
LA RARA
TEATRO DE CARABINEROS (Vasconia 1605, Providencia)
Ópera Violeta en tres jornadas de Marcela Sáiz (dramaturga) y René Silva (compositor)
Fechas: Viernes 21 de abril y sábado 22 de abril, a las 19:30 horas
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